
Por Maria Patricia Vanegas R.
La industria 4.0 antepone un horizonte de transformación digital en todos los gremios, nos pisa el acelerador para retomar dinámicas de optimización y gestión de procesos. Dentro de la industria de la construcción, está transformación parte desde BIM.
Esta dinámica establece una filosofía de trabajo que relaciona procesos de colaboración. BIM, es considerado por muchos como una moda, sin embargo, es el punto diferenciador de los mecanismos de trabajo convencionales empleados en la industria AICO (Arquitectura, ingeniería, construcción y operación).
BIM no es una nueva tecnología, aunque el término se ha escuchado muy recientemente, su historia es mucho más larga, desde la década de 1960 cuando surgió la demanda de modelos de construcción digitales, hasta la aparición de lineamientos BIM que hablan sobre integración y la propuesta de vinculación a las tecnologías emergentes como la IA, Big Data, IoT, Smart City, la unión de BIM+GIS, entre otras automatizaciones.
¡BIM ha recorrido un largo camino! Convirtiéndose hoy por hoy, en la base para el entorno de trabajo para la digitalización en la industria de la construcción.
Soluciones similares a BIM han sido utilizadas en diversas industrias, para atender complejidades logísticas (por ejemplo, el montaje de plataformas en alta mar) o la repetición de un mismo proyecto (por ejemplo, la industria automovilística o de aviación) que exigen y hacen viables realizar una mayor inversión en el desarrollo de proyectos y especificaciones en beneficio de los productos de la cadena de valor.
El desarrollo de este tipo de estructuras de trabajo, tiene mucho que ver con las metodologías LEAN o IPD, basadas en la colaboración y definición temprana de los proyectos, con el fin de planear en cada fase de evolución del proyecto, flujos que estructuren progresivamente toda la información que se requiere en su cadena de procesos.

Si entendemos este punto de vista, podemos obtener mayores beneficios en la optimización operativa de la industria de la construcción.
“Si todos los participantes dentro del desarrollo de un proyecto, incluso desde sus etapas tempranas, incluyendo al Cliente (público o privado), fueran conscientes de los beneficios que trae esta dinámica de trabajo, el uso de procesos como BIM (en su esencia colaborativas), se podría gestionar para que todos los productos y servicios se generen de una manera centralizada y controlada.”
¿Qué necesitamos para poder enfocarnos en implementar estas soluciones?
Los elementos claves son los fundamentos que se lideran en el modelo de la transformación digital. Este parte de una visión conjunta de que objetivos marcan la estrategia de adopción e implementación de estas tendencias tecnológicas y como impactan las acciones convencionales de las personas que hacen parte de cada uno de los procesos, desde el empleo de diversas herramientas y el seguimiento de nuevas métricas de optimización operativa.
BIM comparte estos pilares, donde la PERSONA, como eje estructurador, es quien recibe el papel protagónico.
El éxito de todo depende enteramente del recurso humano disponible, de sus habilidades y de su compromiso profesional. Esto es lo que algunos han denominado con el término BIM humano, donde la importancia de la comunicación, cooperación, colaboración operativa y la interacción entre los equipos de trabajo interdisciplinares que se van encadenando durante el ciclo de vida del desarrollo de un proyecto resuelven el objetivo propuesto.
Para poder consolidar este pilar, se debe acompañar de una estructura clara de PROCESOS tanto de intercambio y gestión de la información de los productos y propiamente del desarrollo de estos, hasta la prestación de servicios de la cadena de valor. Estos procesos empleados en el desarrollo convencional por los equipos técnicos son necesario que se adapten por medio de flujos de trabajo enfocados a la colaboración y gestión progresiva de cada uno de los agentes participantes a lo largo del ciclo de vida del proyecto. Nuevamente este cambio es reflejado por la adopción cultural de las personas, quienes cuya experiencia en el desarrollo de los proyectos han definido los criterios relevantes para los diseños. Como apoyo a los procesos, la estandarización y/o automatización de actividades repetitivas a la composición típica de elementos agiliza los resultados en etapas tempranas, brindando a las fases futuras una estructura de gestión y logística más favorables.
Las HERRAMIENTAS son parte de este apoyo tecnológico, las cuales permiten realizar análisis a los modelos del diseño y validar las adaptaciones necesarias antes de pasar a la fase de construcción. Es aquí donde comienzan a verse los ahorros de tiempo, al anticipar por medio de simulaciones el montaje y emplazamiento de los diseños coordinados, enfrentando previamente los conflictos que eventualmente suceden durante la construcción. Para ampliar estos beneficios, es necesario tener previsto la adaptación de software e inversión relevante para aplicativos avanzados al desarrollo de los diversos usos del BIM y sus dimensiones de acción. Estas tecnologías deben ser escogidas bajo un enfoque donde sean adaptables a solucionar nudos entre los procesos y ofrecer agilidad en la toma de decisiones entre las partes.
Existe gran variedad de soluciones para cada especialidad enfocadas a los procesos BIM, para su elección, se deben considerar factores como la proyección de uso y aplicabilidad o demanda de utilidad, los planes de capacitación y el mecanismo para amortiguar la curva de aprendizaje, el soporte técnico desde su casa matriz, la interoperabilidad con otras plataformas y formatos, sumado a la frecuencia de adaptación de versiones, para así poder estructurar la estrategia de implementación.
Todo este ecosistema de factores son los ejes estructurantes de BIM quienes, integrados bajo una estrategia de implementación tanto a nivel organizacional, como operativa en los proyectos, desencadenan un entorno de trabajo funcional. Como ejemplo, por medio del siguiente esquema se conjugan cada uno de ellos.

La colaboración como principio del BIM desencadena procesos de análisis del funcionamiento del conjunto de sistemas presentes y de los cuales repercuten el cumplimiento de lo que es requerido frente a lo generado como producto o servicio, ofreciendo una gestión clara de las actividades que han sido definidas desde una fase de planificación y vinculadas a un programa específico, para el cumplimiento de los objetivos. Dichas actividades han sido automatizadas bajo criterios de parametrización y flujos operativos que permiten la gestión, centralización y disposición de la información entre cada agente interdisciplinar, conjugando relaciones de interoperabilidad entre herramientas y aplicativos en cada momento del desarrollo del proyecto.
Dado que estos entornos engloban una relación que favorece a la operación, la apuesta a futuro que hace la industria AICO, se centra en la integración de datos, no solo de archivos interoperables, si no a la disposición de información que contribuya a todos los sectores y sistemas de la humanidad, tanto en resolver problemas de una escala global, como son las afectaciones del cambio climático, la urbanización o sobrepoblación frente a la distribución de recursos e incluso las pandemias futuras. Donde trabajar de manera conjunta con los demás sectores, bajo enlaces colaborativos, se pueda dar frente a los nuevos desafíos.
Esta visión futura está impulsada por todos los gremios, su adopción yace en seguir siendo competitivos y a los cuales han encontrado maneras de mejorar la gestión de riesgos, seguridad de los datos y la seguridad de los entornos laborales. También es necesaria la exploración de mecanismos de contratación que permita completar proyectos de manera más efectiva, especialmente porque los grandes proyectos de construcción, en promedio, se entregan con retrasos e imprevistos que superan lo presupuestado.
Todo está direccionado a la transformación digital y las empresas del gremio AICO, está ajustando sus hojas de ruta a priorizar la digitalización. Sin embargo, es un camino que nos tomará cierto tiempo avanzar, dado que aún existen muchos vacíos en temas de normalización y regulación de tecnologías, así como en establecer la seguridad de la propiedad intelectual a la que están asociados los productos. A pesar de las demoras a las que ha estado la industria de la construcción frente a las demás, se han adoptado tecnologías avanzadas como la gestión en nube, el acceso remoto a la información por medio de diferentes dispositivos móviles y visualizaciones en inmersión de realidad virtual (RV), interacción de realidad aumentada (RA) y entornos de realidad mixta (RV+RA).
La mayoría de las empresas aún se encuentran en las primeras etapas de adaptación y planificación al cambio, y las entidades gubernamentales están en pro de establecer políticas que impulsen esta transformación digital. A este paso, aquellas organizaciones que integran dentro de sus procesos dinámicas de flujos de trabajo basados en BIM, están más adelante en el camino.
Sobre el autor:
Estudios de posgrado:
- Diseño Urbano. Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín, Cohorte 2011.
- Postgrado BIM Management, Econova Institute of Architecture and Engineering, IL3 - Instituto de Formación Continua de la Universidad de Barcelona, 2020.
Actualmente cursando estudios de Máster BIM y Diseño Integrado, Periodo 2021 – 2022, , Econova Institute of Architecture and Engineering, IL3 - Instituto de Formación Continua de la Universidad de Barcelona.
Experiencia profesional en supervisión y consultoría de obras de infraestructura.