
Efecto de los costos de licenciamiento de una PCH en su rentabilidad
27 de abril, 2022
Así como los servicios de consultoría que prestamos deben ser un negocio, estos hacen parte de los costos del proyecto de nuestros clientes, y por lo tanto impactan su rentabilidad. Pero ¿qué efectos pueden tener en la TIR del accionista los costos de los servicios para el licenciamiento de una PCH?
Para el licenciamiento de una PCH normalmente se deben surtir las siguientes fases de estudio: Identificación y ARA; Prefactibilidad y DAA; Factibilidad y EIA. De acuerdo con estudios de mercado los costos (para el cliente) asociados al desarrollo de estas fases y suponiendo que debe realizarse el DAA, pueden ubicarse alrededor de los COP 3.500 millones (USD 920.000), estimados a partir del riguroso cumplimiento de las fases de desarrollo de una PCH, aplicando los estándares y la normatividad técnica y ambiental exigida por las distintas autoridades.
Típicamente un inversionista en PCHs exige, durante la fase de preinversión, que la rentabilidad de la inversión, medida a través de la TIR utilizando recursos propios, sea del orden del 13%, valor que, aunque en principio puede ser alto dentro de las condiciones de mercado anteriores al 2021, se explica por la incertidumbre asociada a la fase de desarrollo previa a la construcción del proyecto.
Las tasas de interés de los créditos y los costos de oportunidad de los inversionistas varían de acuerdo con las condiciones de los mercados de capitales, afectándolas (positiva o negativamente) por las condiciones generales de la economía local y global, razón por la cual una referencia como la utilizada en este reporte para la TIR del accionista (13%) no puede considerarse como fija en el tiempo. Por ello en este análisis el valor del 13% se utiliza como una referencia para la comparación homogénea en el análisis presentado y no debe considerarse como un indicador independiente de las condiciones de los mercados de capitales en un momento dado.
Analizando cuatro casos de PCHs de 19,9 MW, 9,9 MW, 5,0 MW y 2,0 MW, suponiendo en cada caso un factor de planta de 0,75 y un precio de bolsa de 180 COP/kWh (proyecto para el SIN), en la Figura 1 se presenta la inversión que soportarían los distintos tamaños de proyecto para garantizar una TIR del accionista del 13%. Así, por ejemplo, un proyecto de 19,9 MW, con una generación de 131 GWh/año, la inversión total no debería superar los COP 175.000 millones; así mismo, en el caso de una PCH de 2,0 MW y generación de 13 GWh/año, la inversión total debería rondar los COP 18.500 millones para lograr dicha TIR.

En estos casos y retomando el costo de referencia de los estudios requeridos para el licenciamiento (MCOP 3.500), mientras en un proyecto de 19,9 MW, con una generación de 131 GWh/año, representa un 2% de la inversión total considerada; uno de 9,9 MW representa un 3,4%, y en el caso de un proyecto de 5,0 MW representaría un 7%, así como en un proyecto de 2,0 MW podría representar un 19%. Es decir, que para proyectos menores a 7,0 MW (<45 GWh/año), los costos del licenciamiento pueden representar un porcentaje importante (>5%) de la inversión total de estos proyectos.
Efecto en la TIR
Para evaluar el impacto máximo que en la TIR del accionista tiene el costo de los estudios requeridos para el licenciamiento y para responder a la pregunta formulada al inicio, en el eje de las ordenadas de la Figura 2 se presentan los resultados obtenidos del análisis realizado.
En el eje de las ordenadas de esta figura se muestra la diferencia entre la TIR del accionista estimada después de restar a la inversión soportada el costo de los estudios requeridos para el licenciamiento, y la TIR aceptada de referencia por la inversionista, supuesta en este informe en el 13%. El eje de las abscisas se presenta la potencia en MW para los casos analizados.

Mientras que para un proyecto de una generación de 131 GWh/año (19,9 MW) los estudios de licenciamiento pueden representar alrededor de 30 puntos (0,3%) en la TIR, para un proyecto con una generación de 13 GWh/año (2 MW), puede representar 350 puntos (3,5%) en la TIR del accionista, lo que explica la búsqueda de eficiencias desde estas fases del desarrollo de los proyectos, sobre todo en proyectos con una baja generación o capacidad instalada.
Cuando el proyecto es de mayor tamaño (mayor inversión total), el impacto del costo de los estudios requeridos para el licenciamiento en su rentabilidad será, en términos relativos, menor en comparación con el caso de los proyectos de menor tamaño, bajo el supuesto considerado de un costo igual o similar de los costos de los estudios ambientales para los diferentes tamaños de proyectos. Cuando el proyecto es desarrollado por un promotor cuya intención es venderlo una vez obtenga la licencia, el efecto del costo de los estudios de licenciamiento tendría un efecto mayor, toda vez que debe incorporarlos en el valor de la prima que este pretenda cobrar (altos costos de estudios para el licenciamiento le disminuyen la rentabilidad esperada en el negocio).
Causas y posibles estrategias
El cumplimento de estándares técnicos de calidad en el desarrollo de las distintas fases de un proyecto hidroeléctrico, así como los mayores requerimientos técnicos y ambientales para su licenciamiento (DAA, TdR-014 con varias campañas de muestreo de calidad de agua, aire, fauna, flora, criterios geotécnicos, entre otros) involucra un nivel de costos que tiene un efecto relevante en la TIR del accionista, y han traído, entre otras, consecuencias como las siguientes:
- Ha afectado adversamente a las empresas de consultoría con amplia trayectoria y altos estándares, haciéndolas económicamente menos competitivas dentro dela prestación de servicios para el licenciamiento de las PCHs, principalmente en proyectos con generación con menos de 9,9 MW de capacidad instalada, los cuales están siendo promovidos principalmente por empresas cuyo objetivo es venderlos.
- Muchos desarrolladores, principalmente los que tienen como objetivo vender proyectos una vez licenciados, han optado por desarrollar las fases de licenciamiento con empresas consultoras pequeñas o que apenas están adquiriendo experiencia, con el fin de reducir los costos de desarrollo y licenciamiento con el fin de minimizar el efecto que en la rentabilidad del proyecto tiene la realización de los estudios requeridos para su desarrollo.
Este enfoque ha incrementado los casos de archivos de licencias ambientales por deficiencias técnicas de los estudios técnicos y/o ambientales. Así mismo, en algunos proyectos licenciados se han identificado estudios técnicos con deficiencias importantes, ocasionando en algunos casos que el mismo resulte inviable o requieran reprocesos en sus revisiones técnicas.
¿Pero qué pueden hacer las empresas de consultoría con amplia trayectoria, y en general el gremio, para aportar su experiencia y contribuir a la viabilidad técnica y financiera de este tipo de proyectos, minimizando los costos de preinversión, principalmente en los proyectos menores a 10 MW? Algunas propuestas:
- A partir de un análisis inicial con un equipo multidisciplinario experto y en compañía con el cliente, buscar la exención del DAA para este tipo de proyectos. Con esto se ahorrarían los costos del DAA y de la prefactibilidad.
- Optimizar los recursos: con una buena estimación de la hidrología rápidamente se puede determinar cuál es la inversión que soporta el proyecto. Así las cosas, los recursos se deberían concentrar en identificar los elementos que más incidencia tendrían en la inversión del proyecto y profundizar por lo tanto en estos. Por ejemplo, seleccionar proyectos con disponibilidad de infraestructura cercana a las obras, como es el caso de las vías de acceso, y componentes clave para la viabilidad como podría ser la conducción.
- Desde la parte técnica desarrollar una estrategia para optimizar los costos de la ingeniería: Por ejemplo, en factibilidad desarrollar una ingeniería necesaria para el cumplimiento de lo requerido en los TdR-014 (EIA), pero suficiente para que le permita al promotor del proyecto pasar directamente a la contratación de un EPC. En este punto será importante, para definir la estrategia, conocer si el promotor va a desarrollar el proyecto o si su intención es venderlo.
- Desde la parte ambiental, e interactuar estrechamente con la autoridad correspondiente para buscar que el proyecto (dependiendo de sus condiciones y características) sea eximido de la presentación de algunas campañas de muestreo (solo dos, por ejemplo), justificando la disminución de intensidad de muestreos, que en algunos casos se haga una campaña durante la etapa de estudios y que otras campañas de muestreos se realicen durante la fase de construcción, entre otros.
- Unirnos como gremio: A través de organismos como la CCI, SAI, Ser Colombia y otros, agrupar a las firmas de consultoría y a promotores para presentarle al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y las CARs una propuesta de racionalización del proceso para el licenciamiento de estos proyectos y/o su flexibilización (por ejemplo, expidiendo unos nuevos TdR para estos proyectos y se eximan de presentar el DAA).
Sobre el autor:
Wilson Hurtado Pérez es ingeniero civil con maestría en ingeniería civil (hidráulica), con más de 10 años de experiencia en el estudio de proyectos hidroeléctricos.
Agradecimiento
Al profesor José Vicente Guzmán por su revisión y valiosos comentarios para la elaboración de este escrito.